4. LA REVOLUCIÓN LIBERAL (1833-1843)

4.1 LA GUERRA CARLISTA


A la muerte de Fernando VII, su hija y heredera Isabel tenía solo 3 años. Los absolutistas apoyaron que el rey sucesor fuera Carlos (A estos se les empezó a llamar carlistas) y los liberales preferían a Isabel (isabelinos).

-Los partidarios del carlismo eran los defensores del Antiguo Régimen: monarquía absoluta, preeminencia social de la iglesia católica, etc.

-Los isabelinos presentaban un conglomerado de intereses.

La guerra se prolongó durante 7 años (1833-1840). El Convenio de Vergara puso fin a la guerra, pero el carlismo se mantuvo a lo largo del siglo XIX.


4.2 LAS REFORMAS PROGRESISTAS


Los liberales se hallaban divididos en dos facciones: los moderados, partidarios de reformas más limitadas, y los progresistas, que querían desmantelar el Antiguo Régimen.
Entre 1835 y 1837, los progresistas, encabezados por Medizabál implantaron un régimen liberal. Un conjunto de leyes permitieron la disolución del régimen señorial, la desvinculación de la propiedad y la desamortización de las propiedades del clero y los ayuntamientos.
Este proceso culmino con la Constitución de 1837. El nuevo texto reconocía la soberanía nacional y los derechos individuales pero aceptaba el papel moderador de la corona, a la que concedía algunos poderes.


4.3 LA REGENCIA DE ESPARTERO


En 1837, los moderadores, con el apoyo de María Cristina, accedieron al gobierno e intentaron dar un giro conservador al proceso de revolución liberal.
En 1843 las cortes adelantaron el cumpleaños de Isabel II y la proclamaron reina.